+
|
En
aquel tiempo, Jesús exclamó: “¡Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la
tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y las has
revelado a la gente sencilla! Gracias, Padre, porque así te ha parecido bien.
El
Padre ha puesto todas las cosas en mis manos. Nadie conoce al Hijo sino el
Padre; nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera
revelar.
Vengan
a mí, todos los que están fatigados y agobiados por la carga y yo les daré
alivio. Tomen mi yugo sobre ustedes y aprendan de mí, que soy manso y humilde
de corazón, y encontrarán descanso, porque mi yugo es suave y mi carga,
ligera’’. Palabra del Señor.
Comentario
al Evangelio por Mons. Cristóbal Ascencio:
No hay comentarios:
Publicar un comentario
gracias por tu comentario