“Yo les aseguro que los publicanos y las prostitutas
se les han adelantado en el camino del Reino de Dios”
Lectura del Santo Evangelio según san Mateo 21, 28-32:
+
En
aquel tiempo, Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo:
"¿Qué opinan de esto? Un hombre que tenía dos hijos fue a ver al primero y
le ordenó: 'Hijo, ve a trabajar hoy en la viña'. Él le contestó: 'Ya voy,
señor', pero no fue. El padre se dirigió al segundo y le dijo lo mismo. Éste le
respondió: 'No quiero ir', pero se arrepintió y fue. ¿Cuál de los dos hizo la
voluntad del padre?" Ellos le respondieron: "El segundo".
¿Cuál de los dos hizo la voluntad del Padre?
Entonces
Jesús les dijo: "Yo les aseguro que los publicanos y las prostitutas se
les han adelantado en el camino del Reino de Dios. Porque vino a ustedes Juan,
predicó el camino de la justicia y no le creyeron; en cambio, los publicanos y
las prostitutas, sí le creyeron; ustedes, ni siquiera después de haber visto,
se han arrepentido ni han creído en él''. Palabra del Señor.
Comentario al Evangelio Dominical por Fr. Rufino
M. Grández Lecumberri, OFM:
“Yo quiero darle al que llegó al último lo
mismo que a ti. ¿Qué no puedo hacer con lo mío lo que yo quiero?”
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En
aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: "El Reino de los
cielos es semejante a un propietario que, al amanecer, salió a contratar
trabajadores para su viña. Después de quedar con ellos en pagarles un denario
por día, los mandó a su viña. Salió otra vez a media mañana, vio a unos que
estaban ociosos en la plaza y les dijo: 'Vayan también ustedes a mi viña y les
pagaré lo que sea justo'. Salió de nuevo a medio día y a media tarde e hizo lo
mismo.
Por
último, salió también al caer la tarde y encontró todavía a otros que estaban
en la plaza y les dijo: '¿Por qué han estado aquí todo el día sin trabajar?'
Ellos le respondieron: 'Porque nadie nos ha contratado'. Él les dijo: 'Vayan
también ustedes a mi viña'.
"amigo, ¡acaso no quedamos en que te pagaría un denario!"
Al
atardecer, el dueño de la viña dijo a su administrador: 'Llama a los
trabajadores y págales su jornal, comenzando por los últimos hasta que llegues
a los primeros'. Se acercaron, pues, los que habían llegado al caer la tarde y
recibieron un denario cada uno.
Cuando
les llegó su turno a los primeros, creyeron que recibirían más; pero también
ellos recibieron un denario cada uno. Al recibirlo, comenzaron a reclamarle al
propietario, diciéndole: 'Esos que llegaron al último sólo trabajaron una hora,
y sin embargo, les pagas lo mismo que a nosotros, que soportamos el peso del
día y del calor'.
Pero
él respondió a uno de ellos: 'Amigo, yo no te hago ninguna injusticia. ¿Acaso
no quedamos en que te pagaría un denario? Toma, pues, lo tuyo y vete. Yo quiero
darle al que llegó al último lo mismo que a ti. ¿Qué no puedo hacer con lo mío
lo que yo quiero? ¿O vas a tenerme rencor porque yo soy bueno?'
De
igual manera, los últimos serán los primeros, y los primeros, los últimos''. Palabra
del Señor.
Comentario al Evangelio por Mons. Oscar J.
Vián Morales, SDB:
“lo mismo hará mi Padre celestial con
ustedes, si cada cual no perdona de corazón a su hermano''
Lectura del santo Evangelio según san
Mateo 18, 21-35:
+
En
aquel tiempo, Pedro se acercó a Jesús y le preguntó: "Si mi hermano me
ofende, ¿cuántas veces tengo que perdonarlo? ¿Hasta siete veces?" Jesús le
contestó: "No sólo hasta siete, sino hasta setenta veces siete".
Entonces
Jesús les dijo: "El Reino de los cielos es semejante a un rey que quiso
ajustar cuentas con sus servidores. El primero que le presentaron le debía
muchos talentos. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a
él, a su mujer, a sus hijos y todas sus posesiones, para saldar la deuda. El
servidor, arrojándose a sus pies, le suplicaba, diciendo: 'Ten paciencia
conmigo y te lo pagaré todo'. El rey tuvo lástima de aquel servidor, lo soltó y
hasta le perdonó la deuda.
"no debías tú también haber tenido compasión de tu compañero"
Pero,
apenas había salido aquel servidor, se encontró con uno de sus compañeros, que
le debía poco dinero. Entonces lo agarró por el cuello y casi lo estrangulaba,
mientras le decía: 'Págame lo que me debes'. El compañero se le arrodilló y le
rogaba: 'Ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo'. Pero el otro no quiso
escucharlo, sino que fue y lo metió en la cárcel hasta que le pagara la deuda.
Al
ver lo ocurrido, sus compañeros se llenaron de indignación y fueron a contar al
rey lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo: 'Siervo malvado. Te
perdoné toda aquella deuda porque me lo suplicaste. ¿No debías tú también haber
tenido compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?' Y el señor,
encolerizado, lo entregó a los verdugos para que no lo soltaran hasta que
pagara lo que debía.
Pues
lo mismo hará mi Padre celestial con ustedes, si cada cual no perdona de
corazón a su hermano''. Palabra del Señor.
Comentario al Evangelio por Fr. Rufino M.
Grández Lecumberri, OFM:
“donde dos o tres se reúnen en mi nombre, ahí estoy yo en medio de
ellos''
Lectura del santo Evangelio según san
Mateo, 18, 15-20:
+
En
aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Si tu hermano comete un
pecado, ve y amonéstalo a solas. Si te escucha, habrás salvado a tu hermano. Si
no te hace caso, hazte acompañar de una o dos personas, para que todo lo que se
diga conste por boca de dos o tres testigos. Pero si ni así te hace caso,
díselo a la comunidad; y si ni a la comunidad le hace caso, apártate de él como
de un pagano o de un publicano.
"donde dos o tres se reúnen en mi nombre, ahí estoy yo en medio de ellos"
Yo
les aseguro que todo lo que aten en la tierra, quedará atado en el cielo, y
todo lo que desaten en la tierra, quedará desatado en el cielo.
Yo
les aseguro también, que si dos de ustedes se ponen de acuerdo para pedir algo,
sea lo que fuere, mi Padre celestial se lo concederá; pues donde dos o tres se
reúnen en mi nombre, ahí estoy yo en medio de ellos''. Palabra del Señor.
Comentario al Evangelio por Mons. Oscar J.
Vián Morales, SDB:
“¿De qué le sirve a uno ganar el mundo
entero, si pierde su vida? ¿Y qué podrá dar uno a cambio para recobrarla?”
Lectura del santo Evangelio según san
Mateo 16, 21-27:
+
En
aquel tiempo, comenzó Jesús a anunciar a sus discípulos que tenía que ir a
Jerusalén para padecer allí mucho de parte de los ancianos, de los sumos
sacerdotes y de los escribas; que tenía que ser condenado a muerte y resucitar
al tercer día.
"apártate de mi, satanás, porque tu modo de pensar no es el de Dios"
Pedro
se lo llevó aparte y trató de disuadirlo, diciéndole: "No lo permita Dios,
Señor; eso no te puede suceder a ti". Pero Jesús se volvió a Pedro y le
dijo: "¡Apártate de mí, Satanás, y no intentes hacerme tropezar en mi
camino, porque tu modo de pensar no es el de Dios, sino el de los
hombres!"
Luego
Jesús dijo a sus discípulos: "El que quiera venir conmigo, que renuncie a
sí mismo, que tome su cruz y me siga. Pues el que quiera salvar su vida, la
perderá; pero el que pierda su vida por mí, la encontrará. ¿De qué le sirve a
uno ganar el mundo entero, si pierde su vida? ¿Y qué podrá dar uno a cambio
para recobrarla?
Porque
el Hijo del hombre ha de venir rodeado de la gloria de su Padre, en compañía de
sus ángeles, y entonces le dará a cada uno lo que merecen sus obras''. Palabra
del Señor.
Comentario al Evangelio por Mons. Cristóbal
Ascencio: