María
le dijo a Jesús: “Ya no tienen vino”.
Jesús le contestó: “Mujer, ¿qué podemos
hacer tú y yo? Todavía no llega mi hora”. Pero ella dijo a los que servían:
“Hagan lo que él les diga”
Lectura del santo
Evangelio según san Juan 2, 1-11:
+
En
aquel tiempo, hubo una boda en Caná de Galilea, a la cual asistió la madre de
Jesús. Este y sus discípulos también fueron invitados. Como llegara a faltar el
vino, María le dijo a Jesús: “Ya no
tienen vino”. Jesús le contestó: “Mujer,
¿qué podemos hacer tú y yo? Todavía no llega mi hora”. Pero ella dijo a los
que servían: “Hagan lo que él les diga”.
"ella dijo a los que servía: "hagan lo que él les diga"
Había
allí seis tinajas de piedra, de unos cien litros cada una, que servían para las
purificaciones de los judíos. Jesús dijo a los que servían: “Llenen de agua esas tinajas”. Y las
llenaron hasta el borde. Entonces les dijo: “Saquen
ahora un poco y llévenselo al encargado de la fiesta”. Así lo hicieron, y
en cuanto el encargado de la fiesta probó el agua convertida en vino, sin saber
su procedencia, porque sólo los sirvientes la sabían, llamó al esposo y le
dijo: “Todo el mundo sirve primero el
vino mejor, y cuando los invitados ya han bebido bastante, se sirve el
corriente. Tú, en cambio, has guardado el vino mejor hasta ahora”.
Esto
que hizo Jesús en Caná de Galilea fue el primero de sus signos. Así manifestó
su gloria y sus discípulos creyeron en él. Palabra del Señor.
Comentario al
Evangelio por Mons. Oscar J. Vián M., SDB:
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