“¿Por qué me andaban buscando? ¿No sabían
que debo ocuparme en las cosas de mi Padre?”
Lectura del santo
Evangelio según san Lucas 2,41-52:
+
Los
padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén para las festividades de la
Pascua. Cuando el niño cumplió doce años, fueron a la fiesta, según la
costumbre. Pasados aquellos días, se volvieron, pero el niño Jesús se quedó en
Jerusalén, sin que sus padres lo supieran. Creyendo que iba en la caravana,
hicieron un día de camino; entonces lo buscaron, y al no encontrarlo,
regresaron a Jerusalén en su busca.
"no sabían que debo ocuparme en las cosas de mi Padre"
Al
tercer día lo encontraron en el templo, sentado en medio de los doctores,
escuchándolos y haciéndoles preguntas. Todos los que lo oían se admiraban de su
inteligencia y de sus respuestas. Al verlo, sus padres se quedaron atónitos y
su madre le dijo: “Hijo mío, ¿por qué te
has portado así con nosotros? Tu padre y yo te hemos estado buscando llenos de
angustia”. Él les respondió: “¿Por
qué me andaban buscando? ¿No sabían que debo ocuparme en las cosas de mi
Padre?”. Ellos no entendieron la respuesta que les dio. Entonces volvió con
ellos a Nazaret y siguió sujeto a su autoridad. Su madre conservaba en su
corazón todas aquellas cosas.
Jesús
iba creciendo en saber, en estatura y en el favor de Dios y de los hombres. Palabra
del Señor.
Comentario al
Evangelio por Mons. Oscar J. Vian M. SDB:
“¡Bendita tú entre las mujeres y
bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor
venga a verme?”
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 1,
39-45:
+
En aquellos
días, María se encaminó presurosa a un pueblo de las montañas de Judea, y
entrando en la casa de Zacarías, saludó a Isabel. En cuanto ésta oyó el saludo
de María, la criatura saltó en su seno.
"bendita tu entre las mujeres, y Benito el fruto de vientre"
Entonces Isabel
quedó llena del Espíritu Santo, y levantando la voz, exclamó: “¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el
fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a
verme? Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de gozo en mi seno.
Dichosa tú, que has creído, porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte
del Señor”. Palabra del Señor.
Comentario al Evangelio por fray Rufino M.
Grández L.:
“ya viene otro más poderoso que yo…Él los bautizará con el Espíritu
Santo y con fuego”
Lectura del
santo Evangelio según san Lucas3, 10-18:
+
En
aquel tiempo, la gente le preguntaba a Juan el Bautista: “¿Qué debemos hacer?”.
Él
contestó: “Quien tenga dos túnicas, que dé una al que no tiene ninguna, y quien
tenga comida, que haga lo mismo”.
También
acudían a él los publicanos para que los bautizara, y le: “Maestro, ¿qué
tenemos que hacer nosotros?”. Él les decía: “No cobren más de lo establecido”.
Unos soldados le preguntaron: “Y nosotros, ¿qué tenemos que hacer?”. Él les dijo: “No
extorsionen a nadie, ni denuncien a nadie falsamente, sino conténtense con su
salario”.
"Él los
bautizará con el Espíritu Santo y con fuego"
Como
el pueblo estaba en expectación y todos pensaban que quizá Juan era el Mesías,
Juan los sacó de dudas, diciéndoles: “Es cierto que yo bautizo con agua, pero
ya viene otro más poderoso que yo, a quien no merezco desatarle las correas de
sus sandalias. Él los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego. Él tiene el
bieldo en la mano para separar el trigo de la paja; guardará el trigo en su
granero y quemará la paja en un fuego que no se extingue”.
Con
éstas y otras muchas exhortaciones anunciaba al pueblo la buena nueva. Palabra
del Señor.
Comentario al Evangelio por el Diac. César Vega
Álvarez:
“Preparen
el camino del Señor, hagan rectos sus senderos”
+
En
el año décimo quinto del reinado del César Tiberio, siendo Poncio Pilato
procurador de Judea; Herodes, tetrarca de Galilea; su hermano Filipo, tetrarca
de las regiones de Iturea y Traconítide; y Lisanias, tetrarca de Abilene; bajo
el pontificado de los sumos sacerdotes Anás y Caifás, vino la palabra de Dios
en el desierto sobre Juan, hijo de Zacarías.
"preparen el camino del Señor, hagan rectos sus senderos"
Entonces
comenzó a recorrer toda la comarca del Jordán, predicando un bautismo de
penitencia para el perdón de los pecados, como está escrito en el libro de las
predicciones del profeta Isaías:
Ha
resonado una voz en el desierto: Preparen el camino del Señor, hagan rectos sus
senderos. Todo valle será rellenado, toda montaña y colina, rebajada; lo
tortuoso se hará derecho, los caminos ásperos serán allanados y todos los hombres
verán la salvación de Dios. Palabra del Señor.
Comentario al Evangelio
por Fray Rufino M. Grández L.:
“Entonces verán venir al Hijo del
hombre en una nube, con gran poder y majestad”
Lectura
del santo Evangelio según san Lucas21, 25-28, 34-36:
+
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:
“Habrá señales prodigiosas en el sol, en la luna y en las estrellas. En la
tierra, las naciones se llenarán de angustia y de miedo por el estruendo de las
olas del mar; la gente se morirá de terror y de angustiosa espera por las cosas
que vendrán sobre el mundo, pues hasta las estrellas se bambolearán. Entonces
verán venir al Hijo del hombre en una nube, con gran poder y majestad. Cuando
estas cosas comiencen a suceder, pongan atención y levanten la cabeza, porque
se acerca la hora de su liberación.
"velen pues y hagan oración continuamente"
Estén alerta, para que los vicios, la
embriaguez y las preocupaciones de esta vida no entorpezcan su mente y aquel
día los sorprenda desprevenidos; porque caerá de repente como una trampa sobre
todos los habitantes de la tierra.
Velen, pues, y hagan oración continuamente,
para que puedan escapar de todo lo que ha de suceder y comparecer seguros ante
el Hijo del hombre”. Palabra del Señor.
Comentario al Evangelio por el Dic. Rodrigo E. Sánchez
G.:
“Tú
lo has dicho. Soy rey. Yo nací y vine al mundo para ser testigo de la verdad”
Lectura del
santo Evangelio según san Juan18, 33-37:
+
“En aquel tiempo, preguntó Pilato a
Jesús: “¿Eres tú el rey de los judíos?”.
Jesús le contestó: “¿Eso lo preguntas por
tu cuenta o te lo han dicho otros?”. Pilato le respondió: “¿Acaso soy yo judío? Tu pueblo y los sumos
sacerdotes te han entregado a mí. ¿Qué es lo que has hecho?”. Jesús le
contestó: “Mi Reino no es de este mundo.
Si mi Reino fuera de este mundo, mis servidores habrían luchado para que no
cayera yo en manos de los judíos. Pero mi Reino no es de aquí”.
Pilato le dijo: “¿Conque tú eres rey?”. Jesús le
contestó: “Tú lo has dicho. Soy rey. Yo
nací y vine al mundo para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la
verdad, escucha mi voz”.Palabra del Señor.
Comentario
al Evangelio por el Diác. Samuel D. Pascual:
“Nadie conoce el día ni la hora. Ni
los ángeles del cielo ni el Hijo; solamente el Padre”
Lectura del santo
Evangelio según san Marcos 13, 24-32:
+
En
aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Cuando lleguen aquellos días,
después de la gran tribulación, la luz del sol se apagará, no brillará la luna,
caerán del cielo las estrellas y el universo entero se conmoverá. Entonces
verán venir al Hijo del hombre sobre las nubes con gran poder y majestad. Y él
enviará a sus ángeles a congregar a sus elegidos desde los cuatro puntos cardinales
y desde lo más profundo de la tierra a lo más alto del cielo.
"nadie conoce el día ni la hora, ni los ángeles del cielo"
Entiendan esto con el ejemplo de
la higuera. Cuando las ramas se ponen tiernas y brotan las hojas, ustedes saben
que el verano está cerca. Así también, cuando vean ustedes que suceden estas
cosas, sepan que el fin ya está cerca, ya está a la puerta. En verdad que no
pasará esta generación sin que todo esto se cumpla. Podrán dejar de existir el
cielo y la tierra, pero mis palabras no dejarán de cumplirse. Nadie conoce el
día ni la hora. Ni los ángeles del cielo ni el Hijo; solamente el Padre”. Palabra
del Señor.
Comentario
al Evangelio por el Diac. Samuel D. Pascual:
“los demás han echado de lo que les sobraba; pero ésta, en su
pobreza, ha echado todo lo que tenía para vivir”
Lectura del santo
Evangelio según san Marcos 12, 38-44:
+
En
aquel tiempo, enseñaba Jesús a la multitud y le decía: “¡Cuidado con los escribas! Les encanta pasearse con amplios ropajes y
recibir reverencias en las calles; buscan los asientos de honor en las
sinagogas y los primeros puestos en los banquetes; se echan sobre los bienes de
las viudas haciendo ostentación de largos rezos. Estos recibirán un castigo muy
riguroso”.
"ésta, en su pobreza a echado todo lo que tenía para vivir"
En una ocasión Jesús estaba
sentado frente a las alcancías del templo, mirando cómo la gente echaba allí
sus monedas. Muchos ricos daban en abundancia. En esto, se acercó una viuda
pobre y echó dos moneditas de muy poco valor. Llamando entonces a sus
discípulos, Jesús les dijo: “Yo les
aseguro que esa pobre viuda ha echado en la alcancía más que todos. Porque los
demás han echado de lo que les sobraba; pero ésta, en su pobreza, ha echado
todo lo que tenía para vivir”.Palabra del Señor.
Comentario
al Evangelio por el Diac. Roberto C. Alvarado G.:
“Dichosos serán ustedes cuando los
injurien, los persigan y digan cosas falsas de ustedes por causa mía. Alégrense
y salten de contento, porque su premio será grande en los cielos”
Lectura del santo
Evangelio según san Mateo 5, 1-12:
+
En
aquel tiempo, cuando Jesús vio a la muchedumbre, subió al monte y se sentó.
Entonces se le acercaron sus discípulos. Enseguida comenzó a enseñarles, y les
dijo:
"Dichosos los limpios de corazón, porque verán a Dios"
“Dichosos
los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos. Dichosos los
que lloran, porque serán consolados. Dichosos los sufridos, porqueheredarán la
tierra. Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán
saciados. Dichosos los misericordiosos, porque
obtendrán misericordia. Dichosos los limpios de corazón, porque verán a Dios.
Dichosos los que trabajan por la paz, porque se les llamará hijos de
Dios. Dichosos los perseguidos por causa de la justicia,
porque de ellos es el Reino de los cielos.
Dichosos
serán ustedes cuando los injurien, los persigan y digan cosas falsas de ustedes
por causa mía. Alégrense y salten de contento, porque su premio será grande en
los cielos”. Palabra del Señor.
Comentario al Evangelio por el Pbro. Diac. Eduardo
Sánchez:
“¿Qué quieres que haga
por ti?”. El ciego le contestó: “Maestro, que pueda ver”. Jesús le dijo: “Vete; tu fe te ha salvado” Lectura del Santo Evangelio según san Marcos 10,
46-52:
+
En aquel tiempo, al salir Jesús de Jericó en compañía de sus
discípulos y de mucha gente, un ciego, llamado Bartimeo, se hallaba sentado al
borde del camino pidiendo limosna. Al oír que el que pasaba era Jesús Nazareno,
comenzó a gritar: “¡Jesús, hijo de David,
ten compasión de mí!”. Muchos lo reprendían para que se callara, pero él
seguía gritando todavía más fuerte: “¡Hijo
de David, ten compasión de mí!”.
Jesús le dijo: "vete; tu fe te ha salvado"
Jesús se detuvo entonces y dijo: “Llámenlo”. Y llamaron al ciego, diciéndole: “¡Animo! Levántate, porque él te llama”. El ciego tiró su manto; de
un salto se puso en pie y se acercó a Jesús. Entonces le dijo Jesús: “¿Qué quieres que haga por ti?”. El
ciego le contestó: “Maestro, que pueda
ver”. Jesús le dijo: “Vete; tu fe te
ha salvado”. Al momento recobró la vista y comenzó a seguirlo por el
camino. Palabra del Señor.
Comentario al Evangelio por el Diac. Eugenio Rodríguez
E.
“el Hijo del hombre, no ha venido a que lo sirvan, sino a
servir y a dar su vida por la redención de todos”
Lectura del santo
Evangelio según san Marcos 10, 35-45:
+
En
aquel tiempo, se acercaron a Jesús Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, y le
dijeron: “Maestro, queremos que nos
concedas que vamos a pedirte”. Él les dijo: “¿Qué es lo que desean?”. Le respondieron: “Concede que nos sentemos uno a tu derecha y otro a tu izquierda,
cuando estés en tu gloria”. Jesús les replicó: “No saben lo que piden. ¿Podrán pasar la prueba que yo voy a pasar y
recibir el bautismo con que seré bautizado?”. Le respondieron: “Sí podemos”. Y Jesús les dijo:
"el hijo del hombre no ha venido a que lo sirvan sino a servir"
“Ciertamente pasarán la prueba que yo voy
a pasar y recibirán el bautismo con que yo seré bautizado; pero eso de sentarse
a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; eso es para quienes
está reservado”.
Cuando los otros diez apóstoles oyeron esto, se indignaron contra
Santiago y Juan. Jesús reunió entonces a los Doce y les dijo: “Ya saben que los jefes de las naciones las
gobiernan como si fueran sus dueños y los poderosos las oprimen. Pero no debe
ser así entre ustedes. Al contrario: el que quiera ser grande entre ustedes,
que sea su servidor, y el que quiera ser el primero, que sea el esclavo de
todos, así como el Hijo del hombre, que no ha venido a que lo sirvan, sino a
servir y a dar su vida por la redención de todos”.Palabra del Señor.
Comentario al Evangelio por Mons. Oscar J. Vian
Morales, SDB:
“Es imposible para los hombres, mas
no para Dios. Para Dios todo es posible”
Lectura
del santo Evangelio según san Marcos 10, 17-30:
+
En aquel tiempo, cuando salía
Jesús al camino, se le acercó corriendo un hombre, se arrodilló ante él y le
preguntó: “Maestro bueno, ¿qué debo hacer
para alcanzar la vida eterna?”. Jesús le contestó: “¿Por qué me llamas
bueno? Nadie es bueno sino sólo Dios. Ya sabes los mandamientos: No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no levantarás falso
testimonio, no cometerás fraudes, honrarás a tu padre y a tu madre.
Entonces él le contestó: “Maestro, todo eso lo he cumplido desde muy
joven”. Jesús lo miró con amor y le dijo: “Sólo una cosa te falta: Ve y vende lo que tienes, da el dinero a los
pobres y así tendrás un tesoro en los cielos. Después, ven y sígueme”. Pero
al oír estas palabras, el hombre se entristeció y se fue apesadumbrado, porque
tenía muchos bienes.
"maestro bueno, ¿qué debo hacer para alcanzar la vida terna?"
Jesús, mirando a su alrededor,
dijo entonces a sus discípulos: “¡Qué
difícil les va a ser a los ricos entrar en el Reino de Dios!”. Los
discípulos quedaron sorprendidos ante estas palabras; pero Jesús insistió: “Hijitos, ¡qué difícil es para los que
confían en las riquezas, entrar en el Reino de Dios! Más fácil le es a un
camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el Reino de
Dios”.
Ellos se asombraron todavía más y
comentaban entre sí: “Entonces, ¿quién
puede salvarse?”. Jesús, mirándolos fijamente, les dijo: “Es imposible para los hombres, mas no para
Dios. Para Dios todo es posible”.
Entonces Pedro le dijo a Jesús: “Señor, ya ves que nosotros lo hemos dejado
todo para seguirte”.
Jesús le respondió: “Yo les aseguro: Nadie que haya dejado casa,
o hermanos o hermanas, o padre o madre, o hijos o tierras, por mí y por el
Evangelio, dejará de recibir, en esta vida, el ciento por uno en casas,
hermanos, hermanas, madres, hijos y tierras, junto con persecuciones, y en el
otro mundo, la vida eterna”.Palabra del Señor.
Comentario
al Evangelio por Mons. Oscar J. Vian Morales, SDB:
“Por eso, lo que Dios unió, que no
lo separe el hombre”
Lectura
del santo Evangelio según san Marcos 10, 2-16:
+
En aquel tiempo, se acercaron a
Jesús unos fariseos y le preguntaron, para ponerlo a prueba: “¿Le es lícito a un hombre divorciarse de su
esposa?”.
Él les respondió: “¿Qué les prescribió Moisés?”. Ellos
contestaron: “Moisés nos permitió el
divorcio mediante la entrega de un acta de divorcio a la esposa”. Jesús les
dijo: “Moisés prescribió esto, debido a la dureza del corazón de ustedes. Pero
desde el principio, al crearlos, Dios los hizo hombre y
mujer. Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su esposa
y serán los dos una sola carne. De modo que ya no son dos, sino
una sola carne. Por eso, lo que Dios unió, que no lo separe el hombre”.
"lo que Dos unió, no lo separe el hombre"
Ya en casa, los discípulos le
volvieron a preguntar sobre el asunto. Jesús les dijo: “Si uno se divorcia de su esposa y se casa con otra, comete adulterio
contra la primera. Y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro,
comete adulterio”.
Después de esto, la gente le llevó
a Jesús unos niños para que los tocara, pero los discípulos trataban de
impedirlo.
Al ver aquello, Jesús se disgustó
y les dijo: “Dejen que los niños se
acerquen a mí y no se lo impidan, porque el Reino de Dios es de los que son
como ellos. Les aseguro que el que no reciba el Reino de Dios como un niño, no
entrará en él”.
Después tomó en brazos a los niños
y los bendijo imponiéndoles las manos. Palabra del Señor.
Comentario
al Evangelio por Mons. Víctor Hugo Palma:
“no hay ninguno que haga milagros en
mi nombre, que luego sea capaz de hablar mal de mí. Todo aquel que no está
contra nosotros, está a nuestro favor”
Lectura
del santo Evangelio según san Marcos 9, 38-43, 45, 47-48:
+
En aquel tiempo, Juan le dijo a
Jesús: “Hemos visto a uno que expulsaba a
los demonios en tu nombre, y como no es de los nuestros, se lo prohibimos”.
Pero Jesús le respondió: “No se lo prohíban, porque no hay ninguno que haga
milagros en mi nombre, que luego sea capaz de hablar mal de mí. Todo aquel que
no está contra nosotros, está a nuestro favor.
"no hay ninguno que haga milagros en mi nombre y luego hable mal de mí"
Todo aquel que les dé a beber un
vaso de agua por el hecho de que son de Cristo, les aseguro que no se quedará
sin recompensa.
Al que sea ocasión de pecado para
esta gente sencilla que cree en mí, más le valdría que le pusieran al cuello
una de esas enormes piedras de molino y lo arrojaran al mar.
Si tu mano te es ocasión de
pecado, córtatela; pues más te vale entrar manco en la vida eterna, que ir con
tus dos manos al lugar de castigo, al fuego que no se apaga. Y si tu pie te es
ocasión de pecado, córtatelo; pues más te vale entrar cojo en la vida eterna,
que con tus dos pies ser arrojado al lugar de castigo. Y si tu ojo te es
ocasión de pecado, sácatelo; pues más te vale entrar tuerto en el Reino de
Dios, que ser arrojado con tus dos ojos al lugar de castigo, donde el gusano no muere y el fuego no se apaga”. Palabra
del Señor.
“Si alguno quiere ser el primero, que sea el último de todos y el
servidor de todos”
Lectura del santo
Evangelio según san Marcos 9, 30-37:
+
En
aquel tiempo, Jesús y sus discípulos atravesaban Galilea, pero él no quería que
nadie lo supiera, porque iba enseñando a sus discípulos. Les decía: “El Hijo del hombre va a ser entregado en
manos de los hombres; le darán muerte, y tres días después de muerto,
resucitará”. Pero ellos no entendían aquellas palabras y tenían miedo de
pedir explicaciones.
"el que reciba en mi nombre a uno de estos niños, a mí me recibe"
Llegaron
a Cafamaúm, y una vez en casa, les preguntó: “¿De qué discutían por el camino?”. Pero ellos se quedaron
callados, porque en el camino habían discutido sobre quién de ellos era el más
importante. Entonces Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo: “Si alguno quiere ser el primero, que sea el
último de todos y el servidor de todos”.
Después,
tomando a un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo: “El que reciba en mi nombre a uno de estos
niños, a mí me recibe. Y el que me reciba a mí, no me recibe a mí, sino a aquel
que me ha enviado”.Palabra del Señor.
Comentario al Evangelio por Mons. Oscar J. Vián Morales, SDB:
“el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su
vida por mí y por el Evangelio, la salvará”
Lectura
del santo Evangelio según san Marcos 8, 27-35:
+
En aquel tiempo, Jesús y sus
discípulos se dirigieron a los poblados de Cesarea de Filipo. Por el camino les
hizo esta pregunta: “¿Quién dice la gente
que soy yo?”. Ellos le contestaron: “Algunos
dicen que eres Juan el Bautista; otros, que Elías;
y otros, que alguno de los profetas”.
Entonces
él les preguntó: “Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?”.
Pedro le respondió: “Tú eres el Mesías”.
Y él les ordenó que
no se lo dijeran a nadie.
Pedro le respondió: "tú eres el Mesías"
Luego
se puso a explicarles que era necesario que el Hijo del hombre padeciera mucho,
que fuera rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, que
fuera entregado a la muerte y resucitara al tercer día.
Todo
esto lo dijo con entera claridad. Entonces Pedro se lo llevó aparte y trataba
de disuadirlo. Jesús se volvió, y mirando a sus discípulos, reprendió a Pedro
con estas palabras: “¡Apártate de mí,
Satanás! Porque tú no juzgas según Dios, sino según los hombres”.
Después
llamó a la multitud y a sus discípulos, y les dijo: “El que quiera venir conmigo, que renuncie a sí mismo, que cargue con
su cruz y que me siga. Pues el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el
que pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará”.Palabra del
Señor.
Comentario al Evangelio por fray Rufino M. Grández L.:
“¡Qué bien lo hace todo! Hace oír a
los sordos y hablar a los mudos”
Lectura
del santo Evangelio según san Marcos 7, 31-37:
+
En
aquel tiempo, salió Jesús de la región de Tiro y vino de nuevo, por Sidón, al
mar de Galilea, atravesando la región de Decápolis. Le llevaron entonces a un
hombre sordo y tartamudo, y le suplicaban que le impusiera las manos. Él lo
apartó a un lado de la gente, le metió los dedos en los oídos y le tocó la
lengua con saliva. Después, mirando al cielo, suspiró y le dijo: “¡Effetá!”. (Que quiere decir “¡Ábrete!”). Al momento se le abrieron
los oídos, se le soltó la traba de la lengua y empezó a hablar sin dificultad.
Él
les mandó que no lo dijeran a nadie; pero cuanto más se lo mandaba, ellos con
más insistencia lo proclamaban; y todos estaban asombrados y decían: “¡Qué bien lo hace todo! Hace oír a los
sordos y hablar a los mudos”.Palabra del Señor.
Comentario
al Evangelio por Mons. Oscar J. Vian Morales, SDB, Arzobispo de Santiago de
Guatemala:
“Nada que entre de
fuera puede manchar al hombre; lo que sí lo mancha es lo que sale de dentro”
Lectura del santo
Evangelio según san Marcos 7, 1-8. 14-15.
21-23:
+
En aquel tiempo, se acercaron a Jesús los fariseos y algunos
escribas venidos de Jerusalén. Viendo que algunos de los discípulos de Jesús
comían con las manos impuras, es decir, sin habérselas lavado, los fariseos y
los escribas le preguntaron: “¿Por qué
tus discípulos comen con manos impuras y no siguen la tradición de nuestros
mayores?”. (Los fariseos y los judíos, en general, no comen sin lavarse
antes las manos hasta el codo, siguiendo la tradición de sus mayores; al volver
del mercado, no comen sin hacer primero las abluciones, y observan muchas otras
cosas por tradición, como purificar los vasos, las jarras y las ollas).
"Nada que entre de fuera puede manchar al hombre; lo que sí lo mancha es lo que sale de dentro"
Jesús
les contestó: “¡Qué bien profetizó Isaías
sobre ustedes, hipócritas, cuando escribió: Este pueblo me honra con
los labios, pero su corazón está lejos de mí. Es inútil el culto que me rinden,
porque enseñan doctrinas que no son sino preceptos humanos! Ustedes dejan a un lado el mandamiento de
Dios, para aferrarse a las tradiciones de los hombres”.
Después,
Jesús llamó a la gente y les dijo: “Escúchenme
todos y entiéndanme. Nada que entre de fuera puede manchar al hombre; lo que sí
lo mancha es lo que sale de dentro; porque del corazón del hombre salen las
intenciones malas, las fornicaciones, los robos, los homicidios, los
adulterios, las codicias, las injusticias,los
fraudes, el desenfreno, las envidias, la difamación, el orgullo y la
frivolidad. Todas estas maldades salen de dentro y manchan al hombre”.Palabra del Señor.
Comentario al Evangelio por Fray Rufino M.
Grández L.:
“Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras
de vida eterna”
Lectura del santo Evangelio según san Juan 6, 55. 60-69:
+
En aquel tiempo, Jesús dijo a los
judíos: “Mi carne es verdadera comida y
mi sangre es verdadera bebida”. Al oír sus palabras, muchos discípulos de
Jesús dijeron: “Este modo de hablar es
intolerable, ¿quién puede admitir eso?”.
"nosotros creemos y sabemos que tú eres el santo de Dios"
Dándose cuenta Jesús de que sus
discípulos murmuraban, les dijo: “¿Esto
los escandaliza? ¿Qué sería si vieran al Hijo del hombre subir a donde estaba
antes? El Espíritu es quien da la vida; la carne para nada aprovecha. Las
palabras que les he dicho son espíritu y vida, y a pesar de esto, algunos de
ustedes no creen”. (En efecto, Jesús sabía desde el principio quiénes no
creían y quién lo habría de traicionar). Después añadió: “Por eso les he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo
concede”.
Desde entonces, muchos de sus
discípulos se echaron para atrás y ya no querían andar con él. Entonces Jesús
les dijo a los Doce: “¿También ustedes
quieren dejarme?”. Simón Pedro le respondió: “Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna; y nosotros
creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios”. Palabra del Señor.
Comentario
al Evangelio por el Dic. Félix I. Hernández S.: