"Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu
alma y con toda tu mente. Éste es el más grande y el primero de los
mandamientos”
Lectura del santo
Evangelio según san Mateo 22, 34-40:
+
En aquel tiempo,
habiéndose enterado los fariseos de que Jesús había dejado callados a los
saduceos, se acercaron a él. Uno de ellos, que era doctor de la ley, le
preguntó para ponerlo a prueba: "Maestro, ¿Cuál es el mandamiento más
grande de la ley?"
"Maestro, ¿cuál es el mandamiento más grande de la ley?"
Jesús le
respondió: "Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu
alma y con toda tu mente. Éste es el más grande y el primero de los
mandamientos. Y el segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti
mismo. En estos dos mandamientos se fundan toda la ley y los profetas". Palabra
del Señor.
Comentario al Evangelio por Mons. Cristóbal Ascencio:
"¿De quién es esta imagen y esta inscripción?" Le
respondieron: "Del César". Y Jesús concluyó: "Den, pues, al César
lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios"
Lectura del santo
Evangelio según san Mateo 22, 15-21:
+
En aquel tiempo,
se reunieron los fariseos para ver la manera de hacer caer a Jesús, on
preguntas insidiosas, en algo de que pudieran acusarlo.
Le enviaron, pues,
a algunos de sus secuaces, junto con algunos del partido de Herodes, para que
le dijeran: "Maestro, sabemos que eres sincero y enseñas con verdad el
camino de Dios, y que nada te arredra, porque no buscas el favor de nadie.
Dinos, pues, qué piensas: ¿Es lícito o no pagar el tributo al César?"
"Den, pues, al César lo que es del César, y a Dios lo que es de
Dios"
Conociendo Jesús
la malicia de sus intenciones, les contestó: "Hipócritas, ¿por qué tratan
de sorprenderme? Enséñenme la moneda del tributo". Ellos le presentaron
una moneda. Jesús les preguntó: "¿De quién es esta imagen y esta
inscripción?" Le respondieron: "Del César". Y Jesús concluyó:
"Den, pues, al César lo que es del César, y a Dios lo que es de
Dios". Palabra el Señor.
Comentario al
Evangelio por Fr. Rufino Ma. Grández Lecumberri, OFM:
"El Reino de los cielos es semejante a un rey que preparó un
banquete de bodas para su hijo. Mandó a sus criados que llamaran a los
invitados, pero éstos no quisieron ir”
Lectura del santo
Evangelio según san Mateo 22, 1-14:
+
En aquel tiempo,
volvió Jesús a hablar en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del
pueblo, diciendo: "El Reino de los cielos es semejante a un rey que
preparó un banquete de bodas para su hijo. Mandó a sus criados que llamaran a
los invitados, pero éstos no quisieron ir.
Envió de nuevo a
otros criados que les dijeran: 'Tengo preparado el banquete; he hecho matar mis
terneras y los otros animales gordos; todo está listo. Vengan a la boda'. Pero
los invitados no hicieron caso. Uno se fue a su campo, otro a su negocio y los
demás se les echaron encima a los criados, los insultaron y los mataron.
Entonces el rey se
llenó de cólera y mandó sus tropas, que dieron muerte a aquellos asesinos y
prendieron fuego a la ciudad.
"Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin traje de fiesta?'
Luego les dijo a
sus criados: 'La boda está preparada; pero los que habían sido invitados no
fueron dignos. Salgan, pues, a los cruces de los caminos y conviden al banquete
de bodas a todos los que encuentren'. Los criados salieron a los caminos y
reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos, y la sala del banquete
se llenó de convidados.
Cuando el rey
entró a saludar a los convidados vio entre ellos a un hombre que no iba vestido
con traje de fiesta y le preguntó: 'Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin traje de
fiesta?' Aquel hombre se quedó callado. Entonces el rey dijo a los criados:
'Átenlo de pies y manos y arrójenlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto
y la desesperación. Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos".
Palabra del Señor.
Comentario al
Evangelio por Mons. Cristóbal Ascencio:
"¿No han leído nunca en la Escritura: La piedra que desecharon
los constructores, es ahora la piedra angular. Esto es obra del Señor y es un
prodigio admirable?”
Lectura del santo Evangelio
según san Mateo 21, 33-43:
+
En aquel tiempo,
Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo esta parábola:
"Había una vez un propietario que plantó un viñedo, lo rodeó con una
cerca, cavó un lagar en él, construyó una torre para el vigilante y luego lo
alquiló a unos viñadores y se fue de viaje.
Llegado el tiempo
de la vendimia, envió a sus criados para pedir su parte de los frutos a los
viñadores; pero éstos se apoderaron de los criados, golpearon a uno, mataron a
otro y a otro más lo apedrearon. Envió de nuevo a otros criados, en mayor
número que los primeros, y los trataron del mismo modo.
Por último, les
mandó a su propio hijo, pensando: 'A mi hijo lo respetarán'. Pero cuando los
viñadores lo vieron, se dijeron unos a otros: 'Éste es el heredero. Vamos a
matarlo y nos quedaremos con su herencia'. Le echaron mano, lo sacaron del
viñedo y lo mataron.
'Éste es el heredero. Vamos a matarlo y nos quedaremos con su herencia'
Ahora, díganme:
cuando vuelva el dueño del viñedo, ¿qué hará con esos viñadores?'' Ellos le
respondieron: "Dará muerte terrible a esos desalmados y arrendará el
viñedo a otros viñadores, que le entreguen los frutos a su tiempo".
Entonces Jesús les
dijo: "¿No han leído nunca en la Escritura: La piedra que desecharon los
constructores, es ahora la piedra angular. Esto es obra del Señor y es un
prodigio admirable?
Por esta razón les
digo que les será quitado a ustedes el Reino de Dios y se le dará a un pueblo
que produzca sus frutos''. Palabra del Señor.
Comentario al Evangelio
por Fr. Rufino Ma. Grández Lecumberri, OFM: