“Yo les aseguro que los publicanos y las prostitutas se les han
adelantado en el camino del Reino de Dios”
Lectura del santo
Evangelio
Mt. 21, 28-32:
+
En aquel tiempo,
Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: “¿Qué opinan de
esto? Un hombre que tenía dos hijos fue a ver al primero y le ordenó: ‘Hijo, ve
a trabajar hoy en la viña’. Él le contestó: ‘Ya voy, señor’, pero no fue. El padre
se dirigió al segundo y le dijo lo mismo. Éste le respondió: ‘No quiero ir’,
pero se arrepintió y fue. ¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre?” Ellos
le respondieron: “El segundo”.
"¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre?"
Entonces Jesús les
dijo: “Yo les aseguro que los publicanos y las prostitutas se les han
adelantado en el camino del Reino de Dios. Porque vino a ustedes Juan, predicó
el camino de la justicia y no le creyeron; en cambio, los publicanos y las
prostitutas, sí le creyeron; ustedes, ni siquiera después de haber visto, se han
arrepentido ni han creído en él’’. Palabra del señor.
Comentario al
Evangelio por Fr. Rufino Ma. Grández Lecumberri, OFM:
“los
últimos serán los primeros, y los primeros, los últimos’’
Lectura del santo
Evangelio según san Mateo 20, 1-16:
+
En aquel tiempo,
Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: “El Reino de los cielos es semejante
a un propietario que, al amanecer, salió a contratar trabajadores para su viña.
Después de quedar con ellos en pagarles un denario por día, los mandó a su viña.
Salió otra vez a media mañana, vio a unos que estaban ociosos en la plaza y les
dijo: ‘Vayan también ustedes a mi viña y les pagaré lo que sea justo’. Salió de
nuevo a medio día y a media tarde e hizo lo mismo.
Por último, salió
también al caer la tarde y encontró todavía a otros que estaban en la plaza y
les dijo: ‘¿Por qué han estado aquí todo el día sin trabajar?’ Ellos le
respondieron: ‘Porque nadie nos ha contratado’. Él les dijo: ‘Vayan también
ustedes a mi viña’.
“Siervo
malvado. Te perdoné toda aquella deuda porque me lo suplicaste. ¿No debías tú
también haber tenido compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?’
Lectura del santo
Evangelio según san Mateo 18, 21-35:
+
En aquel tiempo,
Pedro se acercó a Jesús y le preguntó: “Si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces
tengo que perdonarlo? ¿Hasta siete veces?” Jesús le contestó: “No sólo hasta
siete, sino hasta setenta veces siete”.
Entonces Jesús les
dijo: “El Reino de los cielos es semejante a un rey que quiso ajustar cuentas
con sus servidores. El primero que le presentaron le debía muchos talentos.
Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él, a su mujer,
a sus hijos y todas sus posesiones, para saldar la deuda. El servidor,
arrojándose a sus pies, le suplicaba, diciendo: ‘Ten paciencia conmigo y te lo
pagaré todo’. El rey tuvo lástima de aquel servidor, lo soltó y hasta le
perdonó la deuda.
Pero, apenas había
salido aquel servidor, se encontró con uno de sus compañeros, que le debía poco
dinero. Entonces lo agarró por el cuello y casi lo estrangulaba, mientras le
decía: ‘Págame lo que me debes’. El compañero se le arrodilló y le rogaba: ‘Ten
paciencia conmigo y te lo pagaré todo’. Pero el otro no quiso escucharlo, sino
que fue y lo metió en la cárcel hasta que le pagara la deuda.
Al ver lo
ocurrido, sus compañeros se llenaron de indignación y fueron a contar al rey lo
sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo: ‘Siervo malvado. Te perdoné
toda aquella deuda porque me lo suplicaste. ¿No debías tú también haber tenido
compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?’ Y el señor,
encolerizado, lo entregó a los verdugos para que no lo soltaran hasta que
pagara lo que debía.
Pues lo mismo hará
mi Padre celestial con ustedes, si cada cual no perdona de corazón a su
hermano’’. Palabra del Señor.
Comentario al
Evangelio por Fr. Rufino Ma. Grández Lecumberri, OFM
“Yo les aseguro que todo lo que aten en la tierra, quedará atado en
el cielo, y todo lo que desaten en la tierra, quedará desatado en el cielo”
Lectura del santo
Evangelio según san Mateo 18, 15-20:
+
En aquel tiempo,
Jesús dijo a sus discípulos: “Si tu hermano comete un pecado, ve y amonéstalo a
solas. Si te escucha, habrás salvado a tu hermano. Si no te hace caso, hazte
acompañar de una o dos personas, para que todo lo que se diga conste por boca
de dos o tres testigos. Pero si ni así te hace caso, díselo a la comunidad; y
si ni a la comunidad le hace caso, apártate de él como de un pagano o de un
publicano.
Yo les aseguro que
todo lo que aten en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desaten
en la tierra, quedará desatado en el cielo.
Yo les aseguro
también, que si dos de ustedes se ponen de acuerdo para pedir algo, sea lo que
fuere, mi Padre celestial se lo concederá; pues donde dos o tres se reúnen en
mi nombre, ahí estoy yo en medio de ellos’’. Palabra del Señor.
Comentario al
Evangelio por Mons. Cristóbal Ascencio García: