“cuando des un banquete, invita a los
pobres, a los lisiados, a los cojos y a los ciegos; y así serás dichoso, porque
ellos no tienen con qué pagarte; pero ya se te pagará, cuando resuciten los
justos”
Lectura
del santo Evangelio según san Lucas 14, 1, 7-14:
+
Un
sábado, Jesús fue a comer en casa de uno de los jefes de los fariseos, y éstos
estaban espiándolo. Mirando cómo los convidados escogían los primeros lugares,
les dijo esta parábola:
“Cuando
te inviten a un banquete de bodas, no te sientes en el lugar principal, no sea
que haya algún otro invitado más importante que tú, y el que los invitó a los
dos venga a decirte: ‘Déjale el lugar a éste’, y tengas que ir a ocupar, lleno
de vergüenza, el último asiento. Por el contrario, cuando te inviten, ocupa el
último lugar, para que, cuando venga el que te invitó, te diga: ‘Amigo,
acércate a la cabecera’. Entonces te verás honrado en presencia de todos los
convidados. Porque el que se engrandece a sí mismo, será humillado; y el que se
humilla, será engrandecido”.
"el que se humilla, será engrandecido"
Luego
dijo al que lo había invitado: “Cuando des una comida o una cena, no invites a
tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos;
porque puede ser que ellos te inviten a su vez, y con eso quedarías
recompensado. Al contrario, cuando des un banquete, invita a los pobres, a los
lisiados, a los cojos y a los ciegos; y así serás dichoso, porque ellos no
tienen con qué pagarte; pero ya se te pagará, cuando resuciten los justos”. Palabra
del Señor.
Comentario
al Evangelio por Fray Rufino M. Grández Lecumberri, OFM:
"Esfuércense en entrar por la puerta,
que es angosta, pues yo les aseguro que muchos tratarán de entrar y no podrán”
Lectura
del santo Evangelio según san Lucas 13, 22-30:
+
En
aquel tiempo, Jesús iba enseñando por ciudades y pueblos, mientras se
encaminaba a Jerusalén. Alguien le preguntó: "Señor, ¿es verdad que son
pocos los que se salvan?"
Jesús
le respondió: "Esfuércense en entrar por la puerta, que es angosta, pues
yo les aseguro que muchos tratarán de entrar y no podrán. Cuando el dueño de la
casa se levante de la mesa y cierre la puerta, ustedes se quedarán afuera y se
pondrán a tocar la puerta, diciendo: '¡Señor, ábrenos!' Pero él les responderá:
'No sé quiénes son ustedes'.
"los que ahora son los últimos, serán los primeros"
Entonces
le dirán con insistencia: 'Hemos comido y bebido contigo y tú has enseñado en
nuestras plazas'. Pero él replicará: 'Yo les aseguro que no sé quiénes son
ustedes. Apártense de mí todos ustedes los que hacen el mal'. Entonces llorarán
ustedes y se desesperarán, cuando vean a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos
los profetas en el Reino de Dios, y ustedes se vean echados fuera.
Vendrán
muchos del oriente y del poniente, del norte y del sur, y participarán en el
banquete del Reino de Dios. Pues los que ahora son los últimos, serán los
primeros; y los que ahora son los primeros, serán los últimos''. Palabra
del Señor.
Comentario
al Evangelio por Fr. Rufino M. Grández Lecumberri, OFM:
"He venido a traer fuego a la tierra,
¡y cuánto desearía que ya estuviera ardiendo! Tengo que recibir un bautismo, ¡y
cómo me angustio mientras llega!”
Lectura
del santo Evangelio según san Lucas 12, 49-53:
+
En
aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "He venido a traer fuego a la
tierra, ¡y cuánto desearía que ya estuviera ardiendo! Tengo que recibir un
bautismo, ¡y cómo me angustio mientras llega!
¿Piensan
acaso que he venido a traer paz a la tierra? De ningún modo. No he venido a
traer la paz, sino la división. De aquí en adelante, de cinco que haya en una
familia, estarán divididos tres contra dos y dos contra tres. Estará dividido
el padre contra el hijo, el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la
hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra''. Palabra
del Señor.
Comentario
al Evangelio por Fr. Rufino Ma. Grández Lecumberri, OFM:
“Dichosos aquellos a quienes su señor, al
llegar, encuentre en vela. Yo les aseguro que se recogerá la túnica, los hará
sentar a la mesa y él mismo les servirá. Y si llega a medianoche o a la
madrugada y los encuentra en vela, dichosos ellos''
Lectura
del santo Evangelio según san Lucas 12, 32-48:
+
En
aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "No temas, rebañito mío, porque
tu Padre ha tenido a bien darte el Reino. Vendan sus bienes y den limosnas.
Consíganse unas bolsas que no se destruyan y acumulen en el cielo un tesoro que
no se acaba, allá donde no llega el ladrón, ni carcome la polilla. Porque donde
está su tesoro, ahí estará su corazón.
Estén
listos, con la túnica puesta y las lámparas encendidas. Sean semejantes a los
criados que están esperando a que su señor regrese de la boda, para abrirle en
cuanto llegue y toque. Dichosos aquellos a quienes su señor, al llegar,
encuentre en vela. Yo les aseguro que se recogerá la túnica, los hará sentar a
la mesa y él mismo les servirá. Y si llega a medianoche o a la madrugada y los
encuentra en vela, dichosos ellos.
"si llega a medianoche, dichosos ustedes"
Fíjense
en esto: Si un padre de familia supiera a qué hora va a venir el ladrón,
estaría vigilando y no dejaría que se le metiera por un boquete en su casa.
Pues también ustedes estén preparados, porque a la hora en que menos lo piensen
vendrá el Hijo del hombre''.
Entonces
Pedro le preguntó a Jesús: "¿Dices esta parábola sólo por nosotros o por
todos?" El Señor le respondió: "Supongan que un administrador, puesto
por su amo al frente de la servidumbre, con el encargo de repartirles a su
tiempo los alimentos, se porta con fidelidad y prudencia. Dichoso este siervo,
si el amo, a su llegada, lo encuentra cumpliendo con su deber. Yo les aseguro
que lo pondrá al frente de todo lo que tiene. Pero si este siervo piensa: 'Mi
amo tardará en llegar' y empieza a maltratar a los criados y a las criadas, a
comer, a beber y a embriagarse, el día menos pensado y a la hora más
inesperada, llegará su amo y lo castigará severamente y le hará correr la misma
suerte que a los hombres desleales.
El
servidor que, conociendo la voluntad de su amo, no haya preparado ni hecho lo
que debía, recibirá muchos azotes; pero el que, sin conocerla, haya hecho algo
digno de castigo, recibirá pocos.
Al
que mucho se le da, se le exigirá mucho, y al que mucho se le confía, se le
exigirá mucho más''. Palabra del Señor.
Comentario
al Evangelio por Mons. Cristóbal Ascencio García:
‘¡Insensato! Esta misma noche vas a morir.
¿Para quién serán todos tus bienes?’ Lo mismo le pasa al que amontona riquezas
para sí mismo y no se hace rico de lo que vale ante Dios”
Lectura
del santo Evangelio según san Lucas 12, 13-21:
+
En
aquel tiempo, hallándose Jesús en medio de una multitud, un hombre le dijo:
“Maestro, dile a mi hermano que comparta conmigo la herencia”. Pero Jesús le
contestó: “Amigo, ¿quién me ha puesto como juez en la distribución de
herencias?”
Y
dirigiéndose a la multitud, dijo: “Eviten toda clase de avaricia, porque la
vida del hombre no depende de la abundancia de los bienes que posea”.
"insensato, ¡para quién serán todos tus bienes!"
Después
les propuso esta parábola: “Un hombre rico obtuvo una gran cosecha y se puso a
pensar: ‘¿Qué haré, porque no tengo ya en dónde almacenar la cosecha? Ya sé lo
que voy a hacer: derribaré mis graneros y construiré otros más grandes para
guardar ahí mi cosecha y todo lo que tengo. Entonces podré decirme: Ya tienes
bienes acumulados para muchos años; descansa, come, bebe y date a la buena
vida’. Pero Dios le dijo: ‘¡Insensato! Esta misma noche vas a morir. ¿Para
quién serán todos tus bienes?’ Lo mismo le pasa al que amontona riquezas para
sí mismo y no se hace rico de lo que vale ante Dios”. Palabra de Dios.
Comentario
al Evangelio por el Pbro. Julio A Barrios Azurdia: